¿Por qué los niños en la escuela responden en ocasiones de forma violenta?
En realidad se convierte en un tema de debate para padres y profesionales de la educación y en una cuestión importante para resolver en la escuela y en la familia. Mi experiencia como pedagoga y educadora social, me ha permitido reflexionar sobre la importancia de utilizar técnicas adecuadas para mejorar la actitud y comportamiento de nuestros alumnos y la necesidad de indagar sobre cómo utilizarlas.
Una herramienta efectiva es la inteligencia emocional. Como su mismo nombre indica se trata de un tipo de inteligencia en el que está implícito las emociones. Para conocer las emociones de los demás, requerimos que haya una buena comunicación.
El problema existe cuando hay escasa comunicación en la familia, en la escuela o entre ambos sitios, escuela- familia.
El estilo de vida, la rutina, el estrés, en el que estamos sumergidos en esta sociedad, hace que no tengamos tiempo a lo más importante nuestra familia. El estrés nos lo provocamos cuando queremos que las cosas tengan que ser siempre de una determinada manera, y no siempre son como pensamos o como nos hacen creer que tienen que ser.
La escasa empatía también es alguna de las causas y el egoísmo personal en ocasiones prima por encima de los sentimientos de los demás.
Si tenemos en cuenta que necesitamos conocer la causa que provoca un comportamiento violento, primero es establecer una comunicación y para ello necesitamos la empatía, colocarnos en el lugar de esa persona.
Sin embargo esta labor es una tarea que a veces se torna complicada.
Para trabajar la comunicación y la empatía tanto en la escuela como la familia es necesario que exista un tiempo compartido para hablar sobre lo que ha ocurrido a lo largo de la jornada, experiencias que se han tenido, sentimientos que se han experimentado: Un diario familiar o escolar sobre la mesa, momentos para compartir en familia, reuniones de padres, alumnos…
Enseñar una seria de principios básicos para una buena comunicación, por ejemplo comunicarse hablando con respeto a los demás: sin gritar, insultar, respetando diferencias de opiniones, escuchar lo que se dice, respetando el turno de palabra.
Es importante trabajar esos principios a menudo en clase o en familia donde se fomente el diálogo o el debate.
¿Qué técnicas podrían ayudar a padres y profesionales de la educación para conseguir que se adopte una actitud y comportamiento pacífico en sus niños sin recurrir a la violencia? A continuación voy a señalar algunas que pueden ser interesantes:
* Explicar situaciones en las se requiera autocontrol antes de que ocurran.
* Educar enseñando técnicas de relajación y de autocontrol.
* Mostrarles las diferentes formas de conducta: agresiva, pasiva y asertiva con diferentes ejemplos y enseñarles a identificarlas.
* Indicarles pautas adecuadas para comunicarse con confianza y seguridad, como por ejemplo a través del lenguaje y la postura corporaL.
* Utilizar rastreadores de problemas.
* Que aprendan a ser críticos de aquello que observen en los medios de comunicación.
Como conclusión he de decir que es preciso cultivar una buena comunicación y utilizar técnicas efectivas que promuevan un ambiente pacífico que ayude a construir personas para el futuro con cualidades que les permitan su mejor integración como personas, en la familia y en la sociedad.
Es importante que sepamos que construimos personas, independientemente de que aprendan profesiones, adquieran una titulación.
Sin embargo, ¿Nos hemos planteado alguna vez su grado de importancia?
En el artículo siguiente explicaré más detalladamente cada una de esas técnicas y mencionaré algunas más que pueden ser interesantes.